La empleada municipal que protagonizó meses atrás una situación de agresión física con el entones titular de Nocturnidad fue cesanteada en su trabajo y está dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias. Aseguró tener "una carta en la manga" que dará que hablar.
Santángelo, Tótaro, De Piano y Fernández al salir del Ministerio de Trabajo
A fines de octubre del año pasado se suscitó en los pasillos del Palacio Municipal un incidente que dio lugar a una gran polémica.
Dos integrantes del staff municipal tuvieron un altercado que derivó en golpes.
Mónica Tótaro, empleada que cumplía funciones en la Central de Monitoreo de la cámaras de Seguridad y Mauricio Aguilar, responsable del área de Nocturnidad fueron los protagonistas de un episodio sobre el que hubo versiones dispares.
Por un lado Tótaro denunció ser la agredida verbal y físicamente por el titular de Nocturnidad mientras que por el otro, Aguilar manifestó haber sido víctima de una violenta agresión física propinada por la mujer.
Con el correr del tiempo, en medio del proceso electoral y posterior cambio de gobierno todo pareció quedar en el olvido, o en el anecdotario de los corrillos municipales.
Pero no fue así, aunque no trascendió, Tótaro fue desplazada de su puesto laboral a fines de diciembre, mientras la nueva gestión confirmó en su cargo a Aguilar, lo que dio lugar a que la mujer planteara ante el Sindicato de Trabajadores Municipales su situación y el gremio tomó cartas en el asunto.
En la mañana de ayer el tema fue llevado a la delegación del Ministerio de Trabajo donde se presentaron Mario Santángelo, Jorge De Piano, el abogado del STM José Luis Fernández y la damnificada participando de una audiencia con el titular de Recursos Humanos del Municipio para reclamar por el despido de Gabriela Muñoz, esta empleada mientras estaba con carpeta médica tras lo sucedido.
"En concreto se hizo un decreto de cese, según ellos (el Ejecutivo) por vencimiento de contrato, ignorando la imposibilidad de despedir a alguien que está con carpeta médica, habiéndole sacado la obra social y causándole innumerables perjuicios económicos", planteó el letrado señalando que el cese se produjo el 30 de diciembre.
Por otra parte acotó que la única forma de ordenar el cese de un empleado de planta temporaria o permanente es mediante sumario administrativo, algo que - dijo- "no ocurrió".
Iniciadas las acciones administrativas ayer , el representante del Ejecutivo, Gabriel Muñoz mantuvo la posición inicial y "ahora se verá si se inician acciones legales en caso de que la damnificada desea hacerlo", explicó Fernández siendo crítico de la postura adoptada por Muñoz, sobre quien dijo: "se manifestó de muy malos modos como parece ser su costumbre".
TOTARO: "YO YA ESTOY JUGADA…"
Mónica Tótaro por su parte dijo que Muñoz tuvo muy malos tratos hacia ella "siendo amenazante con mi persona y con mi hija que también es empleada municipal y no tiene nada que ver en todo esto".
Por otra parte marcó su extrañeza de que el Intendente no la haya llamado para interiorizarse de lo sucedido.
"Me hubiese gustado que en algún momento me hubiese llamado para charlar sobre todo lo sucedido, pero nunca lo hizo. Es más el agresor, el que me golpea dentro de la Municipalidad nunca fue sancionado, sigue con un nuevo trabajo. Sería bueno que la gente se preguntara que puede haber pasado….Yo estaba trabajando en Cámaras y allí se ven muchas cosas… pregúntense que puede haber pasado con Aguilar y con Tótaro…" deslizó dando lugar a muchos interrogantes.
Al respecto, se le consultó que vió ella como para que se generara esta situación, a lo que respondió: "Ahí está la punta del ovillo. Por supuesto que no es como dice Aguilar que todo surgió porque yo le había dicho que era un traidor…Hay mucho más ahí…
En este momento no quiero decirlo. Es la carta que me guardo esperando el final de todo esto. Pero no es solo Aguilar el implicado, hay personajes grandes y muy conocidos de Balcarce. Y como yo ya estoy jugada y nunca le tuve miedo a nada ni a nadie, cuando llegue el momento lo diré", añadió dejando la puerta abierta a un posible escándalo de proporciones.
