Otro duro golpe para el fútbol balcarceño, y es especial al Club Racing, que viene de otro hondo pesar con el reciente fallecimiento del ex futbolista Gastón Cortiglio. Esta vez ha dejado de existir Martín Carlos Guillén, conocido en el ambiente local como el “bagre”. Gran colaborador de la “Academia”, “el bagre” integró las divisiones inferiores en la década del ’60 para pasar después a formar parte de las comisiones del Club. Aunque nunca llegó a jugar en Primera siempre estuvo ligado a la parte futbolística, tanto como colaborador, utilero y masajista. Últimamente asignado a una tarea que hacía con gusto.
En 1999, con la inauguración del Estadio Juan Carlos Gentile, pasó a ser gerente de la cancha, tanto para su cuidado como para su administración. Se lo recuerda siempre reunido con los futbolistas, colaboradores del Club y aquellos practicantes de la actividad que ocasionalmente rentan el lugar para encuentros ocasionales. Sábado por medio era “encargado del asador” en las reuniones entre amigos en la parrilla del Estadio. Solía colaborar también con otros cancheros, como Jorge Fernández en el Estadio o Marcelo Del Grosso en el Boca, lugares linderos a la cancha, con los cuales siempre tenía contacto.
Con 67 años cumplidos, el “bagre” venía de un complejo By-Pass y su salud, aunque buena, lo limitó en algunas tareas. Solía llegar antes que todos en su bicicleta, surcando el camino de tierra, corta distancia desde su casa hasta el predio, con gorro de lana inamovible en invierno y rara vez un par de guantes. Habría el predio, ponía la pava chamuscada al fuego y se cebaba unos amargos, esperando a que lleguen los muchachos. No era muy amigo de los reportajes y cada tanto posaba para una foto. Terminado el partido, entraba apurado, descolgaba la bandera, ordenaba un poquito y cerraba la cancha.
Alegre, divertido, bastante “bolacero”, y sobre todo buen tipo, nos recordaba siempre a nuestros familiares mayores a los que conoció de jóvenes y hasta hubo compartido momentos con ellos. Estaba feliz por el buen pasar de Racing, incluso el Club lo reconoció en una cena servida el verano pasado en un boliche local. Este último tiempo debía cuidarse del frío polar de la mañana en el Gentile, y de hacer mucha fuerza debido a las tareas en la cancha, para entonces ya contaba con un ayudante y su tarea ya no era tan pesada. La muerte lo sorprendió de golpe este martes, cuando aún tenía cosas por hacer y decir.
Sus restos serán velados este mismo martes, desde las 17, con previo oficio religiosos en la sala velatoria de la Cooperativa de Electricidad, de calle 15 entre 14 y 16. Casa de duelo calle 20 entre 51 y 53. Desde este medio, el sentido pésame a familiares y amigos.