La única testigo presencial del hecho en el cual Federico Taja encontró la muerte al recibir un disparo de arma de fuego por parte de un agente policial que participaba de un procedimiento en la vía pública fue contundente en su relato. Hortensia Beatriz Bravo, ante los jueces Aldo Daniel Carnevale, Pablo Javier Viñas y Juan Facundo Gómez Urso, del Tribunal Nº 1, afirmó, sin titubear, que el suboficial Waldermar Chazarreta “le apuntó a la cabeza a la criatura y disparó”.
Esa narración hizo que la familia Taja rompiera en el llanto, a punto tal que el presidente del Tribunal interrumpiera la declaración de la testigo para solicitarle a sus integrantes que, si lo deseaban, se podían retirar momentáneamente del recinto, cosa que no ocurrió en ese momento.
Previamente, Omar, el papá de la víctima, por pedido del juez Carnevale, se ausentó por varios minutos de la sala luego de insultar a Chazarreta
(“Vos mataste a mi hijo…”, le gritó) durante el relato que hacía de lo sucedido en la trágica tarde del 24 de junio de 2011 el suboficial Cristian Fournier, quien participó del operativo.
Volviendo a la testigo de lo ocurrido en la calle 9, entre 16 y avenida Gonzales Chaves, dijo que ella se encontraba con su nieta, en la vereda donde se encuentra una heladería, sobre la primera arteria mencionada, cuando advirtió la presencia de tres automóviles, aclarando que dentro del que quedó ubicado entre ambos (un Peugeot 505) se encontraba Federico.
“El chico, dentro del habitáculo, puso las manos sobre el volante. Viene un policía, se para, levanta la mano y dispara”, describió. Después de esa explicación, el fiscal doctor Rodolfo Moure, le pidió a la mujer que con sus brazos le mostrara al Tribunal cómo vio ella que el agente policial efectuó el disparo. Fue entonces que extendió el brazo derecho con el cual empuñaba el arma y el izquierdo lo usó de apoyo.
Según su testimonio, la mujer sostuvo que caminó unos metros hasta una carnicería ubicada sobre la avenida y le dijo a su hija que allí se encontraba que “un policía mató a un chorrito”.
Aclaró de inmediato que en medio del nerviosismo y la angustiante situación vivida habló de “chorrito” porque hacía unos pocos días había sido asaltada en la localidad de Tres de Febrero, donde reside. Admitió que allí está acostumbrada a que la Policía actúe permanentemente en el combate del delito. Lamentó, no obstante, haberse expresado así porque “era una criatura… Leyendo El Diario me enteré que era un chico inocente”.
También la testigo describió cómo fueron los segundos que siguieron al disparo contra Taja. “Bajan dos policías del automóvil que estaba adelante y otro que estaba detrás. Le abren la puerta al Peugeot y el chico cae. Ponen algo en el piso, lo cargan y lo llevan hasta el automóvil (un Corsa), que se va rápidamente”, subrayó.
Hortensia no compareció ante la Fiscalía de inmediato. Cuatro días después de lo ocurrido, en medio de una comunidad convulsionada por lo sucedido, la mujer que trabaja en un cementerio, regresó a Tres de Febrero. Pero los comentarios no tardaron en llegar a oídos de familiares de Federico, que se contactaron con su hija Miriam, para interiorizarse de lo que había ocurrido según lo observado y contado por su madre.
Fue así que en los primeros días de julio, ella viajó nuevamente a nuestra ciudad para brindar su testimonio en la Fiscalía.
EXTRAÑA AMENAZA
La testigo clave también dijo que en una oportunidad recibió un extraño llamado telefónico, citándola a un lugar determinado, “porque me iban a entregar algo. Sabían todo de mí: mi DNI, donde vivía, quien era. La pasé mal. Nunca más volvieron a molestarme”.
Su hija, que desconocía esa amenaza, también declaró ante el Tribunal seguidamente. El fiscal Moure le pidió que aclarara una frase que estaba incorporada en su declaración dentro de la causa. Miriam había expresado que su madre “suele agrandar lo que ve. No es mentirosa pero suele cambiar los dichos”.
Ella explicó: “mi madre no mintió ni tiene necesidad de hacerlo. En realidad, debí haber dicho que le pone título a las cosas, que exagera. Pero ella, una vez que se tranquilizó, me contó la verdad que fue la que expresó”.
