En términos de participación laboral, la tasa de actividad alcanzó el 48,6%, mientras que la tasa de empleo se posicionó en el 45,4%. Esto significa que, sobre una población proyectada de 47,5 millones de personas, aproximadamente 13,6 millones se encuentran ocupadas en los 31 aglomerados urbanos relevados. No obstante, el informe destaca que la presión sobre el mercado de trabajo (que incluye a quienes buscan empleo o están disponibles para trabajar más horas) sigue siendo alta, afectando al 28,7% de la población activa.
En cuanto a la precariedad, la tasa de informalidad laboral se situó en el 43,3%. De los 9,8 millones de asalariados, un 36,7% no cuenta con descuento jubilatorio. De acuerdo con el informe, se registró un descenso en la proporción de trabajadores asalariados (del 73,1% al 71,9%) en favor de un aumento de los cuentapropistas, que ahora representan el 24,5% de los ocupados.
Dice el Indec: “La tasa de informalidad fue de 43,3%. El 71,9% de los ocupados son asalariados. De ellos, el 36,7% no cuenta con descuento jubilatorio, es decir, son informales. Dentro de los asalariados informales, el 13,9% realiza aportes propios. Por otra parte, el 24,5% de la población ocupada trabaja por cuenta propia, el 3,2% son patrones y el 0,4% son trabajadores familiares sin remuneración”.
Otra mirada de los números del Indec
De acuerdo con Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA–Autónoma, “la desocupación en el tercer trimestre se ubicó en el 6,6%, por debajo del 6,9% de un año atrás (INDEC - EPH). Sería una buena noticia si no mirásemos las razones: un fuerte crecimiento de la ocupación informal, principalmente por cuenta propia”. En la red social X, según Campos, “en el último año el Indec dio cuenta de un aumento de 238.000 ocupados. Casi el 85% fueron trabajadores informales (201.000). No hace falta ser brillante para darse cuenta de que el desempleo no sube porque los trabajadores salen a hacer lo que sea en el mercado”.
“La informalidad en el tercer trimestre se ubicó en los niveles más altos de los últimos dos años. Alcanza al 43,3% de los ocupados. En el caso de los asalariados la proporción baja al 36,7%, también dentro de las más altas de los últimos años”. Sin embargo, sigue Campos, “las malas noticias no terminan acá. El empleo por cuenta propia (y dentro de esta categoría quienes no realizan aportes) sigue siendo la categoría ocupacional más dinámica. En el último año pasó del 23,3% al 24,5% del total, el valor más alto de la historia reciente”.
Al analizar la calidad de la ocupación, además de una marcada informalidad, los datos muestran una persistente brecha de género. Mientras que la tasa de actividad para los varones fue del 70,1%, para las mujeres alcanzó el 52,6%.
Más datos del Indec
Geográficamente, el dinamismo laboral no fue uniforme en todo el país. Las regiones con mayores niveles de actividad fueron el Gran Buenos Aires (49,5%) y la región Pampeana (49,8%). En el extremo opuesto, el Noreste presentó la menor tasa de actividad con un 43,6%. En cuanto al desempleo, las tasas más altas se concentraron en la región Pampeana (7,5%) y el Gran Buenos Aires (6,8%), mientras que el Noroeste registró la cifra más baja con un 4,7%.
Un dato relevante del informe es el impacto del nivel educativo en la inserción laboral. El 60,5% de los ocupados tiene, como máximo, el secundario completo, mientras que el 39,4% posee estudios superiores o universitarios. Entre los desocupados, la situación es más crítica: casi el 70% no ha superado el nivel secundario, lo que confirma que la falta de formación académica sigue siendo una de las principales barreras para acceder al mercado de trabajo.
Finalmente, el Indec destacó las nuevas modalidades de trabajo que se consolidaron tras la pandemia. Actualmente, el 8,2% de los ocupados realiza sus tareas desde la vivienda, una cifra que se ha mantenido estable a lo largo del último año.
Fuente: Diarios Bonaerenses
