El JIRIMM Nº 5 celebró 25 años de compromiso con la educación

En la tarde de este viernes, la comunidad educativa del Jardín de Infantes Rural y/o de Islas de Matrícula Mínima Nº 5 celebró con gran emoción el vigesimoquinto aniversario de su creación. El acto conmemorativo tuvo lugar en las instalaciones que comparte con la Escuela Primaria Nº 22 “Justo José de Urquiza”, donde se congregaron autoridades, exdocentes, familias, alumnos y vecinos del paraje Bosch para rendir homenaje a una institución que, desde hace un cuarto de siglo, simboliza el compromiso con la educación rural en el distrito.

El encuentro comenzó con el izamiento del pabellón nacional y la entonación del Himno Argentino, un marco solemne que precedió al descubrimiento de placas recordatorias, a cargo del secretario de Gobierno, Dr. Ricardo Stoppani; la inspectora jefa distrital, Lic. Juana Benítez; la directora de la Escuela Primaria Nº 22, Sandra Vega; y la docente a cargo del establecimiento, María Nieves González. Luego, el cura párroco Pablo Etchepareborda impartió la bendición de los símbolos que perpetuarán la memoria de esta significativa fecha.

El acto también contó con la presencia de la presidenta del Consejo Escolar, María Teresa Cerono; la representante de la Jefatura de Asesores de la Provincia de Buenos Aires, Dra. María Sol Di Gerónimo; y las inspectoras de Nivel Inicial, Claudia Pedraza y Lorena Ramón, entre otros.

Los comienzos

Durante la ceremonia se recordó la historia de la institución, nacida en el año 2000 por iniciativa de la comunidad local y con el acompañamiento de las autoridades educativas, funcionando desde entonces en un aula cedida por la escuela anfitriona. Con una matrícula actual de cuatro alumnos, el jardín continúa siendo un espacio esencial para el desarrollo educativo, cultural y social del paraje Bosch.

Uno de los momentos más emotivos fue el mensaje de la docente a cargo, María Nieves González, quien expresó: “Había una vez… así comienzan los cuentos en el jardín. Y hoy quiero comenzar este relato con un ‘había una vez’… un grupo de personas que tenían un montón de sueños y proyectos, y apostaron a este queridísimo paraje Bosch para poder concretarlos. Hace exactamente 25 años nacía este maravilloso sueño llamado, en ese momento, SEIMM N°5, que luego pasó a ser nuestro querido JIRIMM Nº5”.

En otro pasaje, destacó el valor pedagógico y humano del espacio: “El jardín es un sitio en el que todos nos reunimos día a día a conocer y conocernos. Aquí nuestra imaginación remonta vuelos imposibles de sustraer de nuestras conciencias. Es el lugar donde encontramos la felicidad porque nuestro espíritu se recrea de esperanza, compartiendo y creciendo juntos”.

Finalmente, González valoró el sentido colectivo del acontecimiento: “Celebrar es muy importante. Encontrarnos nos conecta con la vida y nos recuerda que todo, absolutamente todo, es colectivo. Quiero agradecer profundamente a la Escuela Primaria Nº 22, a mis compañeras, a las familias y a toda la comunidad del paraje Bosch por su apoyo constante. Ellos, nuestros alumnos, son sin duda el futuro de este querido paraje”.

Un faro hacia el futuro

El secretario de Gobierno, Ricardo Stoppani, fue el encargado de cerrar la nómina de oradores en el acto por el 25º aniversario del JIRIMM Nº 5.

En su mensaje, destacó el valor simbólico y social de la educación rural: “Cuando se abre una escuela y cuando se abre un jardín, es un momento que marca un faro de amor, de compromiso, de educación, de crecimiento y de esperanza para el futuro. Pero cuando eso sucede en una zona rural, tiene un doble mérito y un doble significado. Significa que una comunidad, que tal vez no puede llegar a los centros urbanos pero que quiere aprender, que desea que sus chicos crezcan con una buena formación y que tengan un lugar sano donde compartir experiencias y desarrollarse, se compromete y se une para que esto sea posible”.

Asimismo, agregó: “Veinticinco años son mucho y poco a la vez, y ojalá nuestro país —que cuenta con tantas zonas rurales y tantas tierras vacías— se llene de gente, de escuelas y de jardines. Eso querrá decir que la Argentina verdaderamente tiene futuro”.


Reconocimientos

El acto continuó con el reconocimiento a exdocentes que formaron parte de la historia del establecimiento y con la plantación de un árbol —donado por el Club Rotario ‘Balcarce Cerrito’— como símbolo de vida y esperanza. Entre aplausos, canciones y recuerdos compartidos, la comunidad educativa del JIRIMM Nº 5 celebró un aniversario que reafirma el valor de la educación en los ámbitos rurales y la fuerza de quienes, con dedicación y amor, sostienen día a día este proyecto educativo.





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