En ese marco, el mandatario provincial solicitó “no hacer campaña con este tema” y adelantó que desde su gestión se referirán al caso como un “narco-femicidio”, en línea con la calificación judicial del hecho.
“He escuchado comentarios sobre las actividades de las víctimas, pero nada justifica este nivel de violencia y sadismo. La Fiscalía lo caratuló como homicidio calificado por concurso de personas, alevosía, ensañamiento y violencia de género”, explicó Kicillof.
El gobernador destacó además el trabajo de los equipos especializados del Ministerio de Seguridad y de Salud bonaerenses, que acompañan a las familias de las víctimas a través de diversos programas de asistencia, y aseguró que el Gobierno provincial “está a disposición para hablar con ellos cuando lo deseen”.
“Nos comprometemos a seguir trabajando para que se haga justicia, encontrando a los responsables y aplicando toda la seguridad del caso”, agregó.
Kicillof también se refirió a la jurisdicción donde operaba la banda criminal, con epicentro en Bajo Flores, Capital Federal, a pesar de que las víctimas vivían en Florencio Varela. “No es culpa de uno u otro; el narcotráfico es un fenómeno internacional que atraviesa fronteras y afecta a todo el país”, señaló.
Finalmente, subrayó la necesidad de una “estrategia seria y nacional” para combatir el narcotráfico, que incluya inversión en tecnología, equipamiento y personal, así como coordinación con la Justicia Federal y las Fuerzas Federales.
“Es absurdo pensar que se pueda resolver esto de un lado o del otro de la General Paz sin un trabajo conjunto. Le pido al Presidente que convoque urgentemente a los gobernadores para establecer una mesa nacional de trabajo”, concluyó, y reiteró que “cuando el Estado tiene escasa presencia y las oportunidades para los jóvenes son limitadas, crece el narcotráfico”.