Con un tono apasionado, Ambatese repasó el recorrido de la propuesta escénica que comenzó en Balcarce y se proyectó a otros escenarios del país, hasta llegar a la Ciudad de Buenos Aires, donde la obra despertó nuevos vínculos artísticos y profesionales. Uno de ellos fue con el exdirector de la obra original Eva, quien decidió sumarse como director de mi versión. “Me aportó muchísimo, aunque yo decidí mantener el espíritu original de la obra, con el tango como eje narrativo”, explicó.
La artista detalló que el espectáculo evolucionó en estos meses, manteniendo la centralidad del tango pero incorporando elementos teatrales. “Ahora Eva aparece en escena como un alma que recorre distintas etapas de su vida. Se agregaron momentos de actuación, donde expresa su pensamiento político y social, y hasta intervenciones en off de su madre, Doña Juana. Todo está atravesado por tangos, incluso los pasajes hablados”, señaló.
Uno de los momentos más emotivos, relató Ambatese, ocurrió cuando interpretó “No llores por mí Argentina” en una presentación solista: “No puedo describir lo que sucedió, fue como si el mundo se hubiera detenido. Ese silencio activo del público fue único. A partir de allí surgieron nuevas propuestas, entre ellas la de un productor teatral que se sumó a impulsar la obra”.
La cantante subrayó que eligió sostener los tangos a pesar de las sugerencias de cambiarlos por otros géneros. “Yo quiero llegar al público peronista, y el peronista es tanguero. Fue una lucha cuerpo a cuerpo, pero los tangos quedan, porque la historia está contada a través de ellos”, afirmó.
En la charla, Ambatese también profundizó sobre la figura de Eva Perón, a quien definió como “milagrosa” y distinta a cualquier otro personaje histórico. “A Perón se le reconoce el genio político, pero Eva es el pueblo. Su obra social no era caridad, era dignidad. Logró sembrar algo tan fuerte en tan poco tiempo que, a 80 años, sigue vivo”, reflexionó.
El espectáculo, que continúa en formato unipersonal pero con recursos escénicos renovados, incluye escenas recreadas como las damas de beneficencia, fragmentos de radioteatro y un tango contemporáneo de Eladia Blázquez que interpela al presente. “Eva es un personaje inagotable, y mi desafío es sostenerla viva en cada función. Mientras yo siga cantando, Eva sigue estando viva”, concluyó.
Una apuesta firme y sin concesiones
Durante la entrevista, Ambatese fue clara al remarcar que su decisión artística implica un posicionamiento. “No vendemos el alma. Hoy existe una estandarización que lleva a muchos artistas a cambiar de género para encajar en lo que pide el mercado. Yo no estoy dispuesta a dejar mis convicciones en la puerta. Este es el espectáculo que propongo: habrá quienes lo amen y quienes no, pero no pienso negociar la esencia de Eva ni del tango”, aseguró.
Asimismo, destacó la necesidad de mayor apoyo a los artistas locales: “En Balcarce los medios casi no difunden nuestra música. No hablo solo de lo mío, sino de todos mis colegas. Tenemos derecho a que suenen nuestras canciones, a tener un espacio. Y en el Teatro Municipal, por ejemplo, no hay sonido propio. Eso implica un gasto que muchas veces se vuelve imposible de sostener”.
Próxima gira
Ambatese confirmó que el reestreno será el 12 de septiembre en el Teatro Metauro de la Ciudad de Buenos Aires, y que luego continuará con una gira que la llevará el 13 de septiembre al Teatro Roberto Durán de Castelar, y el 26 y 27 del mismo mes a San Pedro y Navarro, en los Teatros Wojtyla y Candilejas respectivamente.
En cuanto a su ciudad natal, adelantó que Balcarce “tiene bemoles” porque “no es sencillo poner la obra allí, sobre todo por las condiciones de infraestructura y por las dificultades que implica plantar banderas en el orden local”. Sin embargo, afirmó que espera presentarla más adelante.
“Siempre digo que este es un producto balcarceño, cada vez más balcarceño. Aunque hoy se proyecte en otros escenarios, mi raíz y mi identidad están ahí, y quiero seguir llevándolas conmigo”, finalizó la artista.