Se trata de una propuesta que forma parte de la programación cultural local y que invita a disfrutar del teatro independiente en un espacio accesible para toda la comunidad. La puesta en escena propone un encuentro singular entre dos personajes: un croto (similar a lo que hoy se conoce como persona en situación de calle) y un espantapájaros, quienes se encuentran viajando en un tren de carga. A partir de ese momento, se desarrolla un diálogo con tintes filosóficos y reflexivos.
La actividad confirma el compromiso de la Casa del Bicentenario con el impulso de propuestas artísticas y teatrales de calidad, promoviendo el acceso a la cultura.