“Es un evento extremadamente importante porque, le guste a quien le guste, el papa Francisco ha sido el argentino más importante de la historia”, consideró el presidente durante una entrevista que le realizaron en Radio Rivadavia. Luego, destacó su condición de líder de la Iglesia católica. “Estamos hablando de una persona de una envergadura enorme y tuvimos el privilegio que sea argentino”, remarcó.
Y agregó: “Como jefe de Estado no puedo dejar de asistir a un evento de semejante característica. Espero representar a la altura de las circunstancias a los argentinos de fe católica que veían al Papa como un líder impresionante”. “Los que lo pudimos conocer en persona, sabemos la estatura política que tenía”, completó.
Por otro lado, sostuvo que la delegación oficial argentina que viajará esta noche a Roma es “la más austera y chica de la historia”. El jefe de Estado estará acompañado por su hermana y, a la vez, secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; por el vocero presidencial, Manuel Adorni; por el canciller argentino Gerardo Werthein; y por las ministras de Seguridad Nacional y Capital Humano, Patricia Bullrich y Sandra Pettovello.
El funeral del Sumo Pontífice tendrá lugar el sábado, desde las 10 (hora de Italia), en el atrio de la Basílica de San Pedro. Allí, el presidente argentino estará cerca de otros importantes líderes mundiales que viajarán con el mismo motivo, como su par estadounidense Donald Trump, la italiana Giorgia Meloni o el brasileño Lula da Silva, por ejemplo. No se espera una audiencia bilateral o reunión aparte con ninguno de ellos.
Es la segunda vez en la que Milei visita la Sede Apostólica en calidad de jefe de Estado. La primera fue en febrero del año pasado, cuando mantuvo una audiencia pública con el papa Francisco. En esa oportunidad estuvo acompañado por su hermana y por la entonces canciller, Diana Mondino.
Aquel encuentro era muy esperado, sobre todo por las críticas que el libertario había efectuado sobre la figura de Jorge Bergoglio. Sin embargo, las cámaras registraron un momento de distensión y un gesto del Papa hacia el presidente que rompió el protocolo.