En aquella oportunidad, un hombre de 31 años denunció que, mientras dormía en su domicilio de calle 22 y 5 junto a su pareja, un familiar le advirtió que desconocidos habían ingresado a su vivienda. Al revisar su propiedad, constató la sustracción de una garrafa de 10 kilos.
Tras diversas tareas investigativas, se logró identificar al presunto autor del hecho, un joven de 22 años, y se certificó su domicilio. Con esa información, se solicitó una orden de allanamiento, la cual fue concedida y ejecutada por el personal policial, logrando la aprehensión del sospechoso y el secuestro del objeto sustraído.
Ante esta situación, el fiscal ordenó también la aprehensión del joven por el delito de “desobediencia”. Cumplidos los recaudos legales, el imputado recuperó su libertad según lo establecido en el artículo 161 del Código Procesal Penal.
