La jornada estuvo marcada por una gran energía, con actividades recreativas y momentos de distensión en los que los chicos pudieron disfrutar de su tiempo libre, compartiendo con sus seres queridos y con los demás miembros de la comunidad. La música y los juegos fueron protagonistas, creando un ambiente cálido y familiar.
Desde la EMDAB destacaron la importancia de estos encuentros, no solo como una manera de despedir el año, sino como una oportunidad para fortalecer los lazos entre los chicos, sus familias y los profesionales que los acompañan en su desarrollo deportivo. El evento cerró un ciclo de trabajo y esfuerzo, dejando grandes recuerdos para todos los participantes.