En una medida de tres artículos, uno de ellos de forma, el Gobierno resolvió “establecer la obligatoriedad para todos los internos alojados en el Servicio Penitenciario Federal (SPF) de participar en las tareas de mantenimiento, limpieza, aseo e higiene de los espacios propios y comunes de los establecimientos penitenciarios. Estas actividades podrán ser llevadas a cabo durante cinco (5) horas diarias y no serán remuneradas”.
Se trata de una decisión que amplía el programa Manos a la Obra, que implementó el SPF, con el objetivo de que todos los presos trabajen en las cárceles. “Este lanzamiento es un punto muy importante en el camino de las transformaciones y la reestructuración del Servicio Penitenciario Federal, y de la relación que tienen las personas privadas de su libertad con la deuda que tienen con la sociedad”, sostuvo Bullrich en octubre pasado, cuando anunció la iniciativa en la cárcel de Ezeiza y realizó actividades con un grupo de mujeres detenidas.
El subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Julián Curi, explicó que la medida anunciada por el Gobierno busca reducir los tiempos de ocio que tienen los detenidos en los penales, al mismo tiempo que apunta a cambiar una lógica de funcionamiento interno: “Hay que erradicar la cultura tumbera”, dijo el funcionario.