Su hermano Horacio Gómez lo describió como “alguien que dejaba su invaluable cuota de transpiración en cada partido. De marca férrea, presión incansable y aguerrido aun cuando el equipo venía en negativa ventaja. Falto de sutilezas y ensimismado en su convicción de presionar al rival hasta dejarlo sin aire”. Hombre guapo y propenso a la pendencia, que equilibraba con un increíble sentido del humor. Querible, buen padre y abuelo. Sus hijos también fueron deportistas como él. En paralelo incursionó en el boxeo amateur, protagonizando una decena de peleas con resultados proporcionales.
También fue un reconocido atleta master, peleando palmo a palmo con Alcíres Vértiz, Felipe Pereyra o el mismísimo Marcos González, de quien se jactaba de conocer de chico y que “a correr le enseñé yo”, incomprobable por supuesto. En su avidez por la competencia y habitual ego no toleraba perder “a nada”, habiendo incluso peleado con algún automovilista que se le cruzaba durante alguna de sus competencias de calle. En los últimos años, su salud fue desmejorando, y vivía al cuidado de una residencia geriátrica. Será velado este miércoles en la Coop. de Electricidad desde las 08.30.
DE SELECCION. Con Gagliano, Salari y Martorello en la Selección local de veteranos.EN FAMILIA. Con Cristian y Fabián, futbolistas como el. Fabián es entrenador de arqueros.(Fotos e informe gentileza de ACCION5)