Esta tarde por orden de la titular de la UFI 1 de Mar del Plata, María Florencia Salas, detuvieron al jefe de sanidad de Batán y se realizó un allanamiento en la Unidad Penitenciaria 15 con el fin de reunir nuevas pruebas en la causa que se investiga estos hechos.
La decisión se da en el marco de una denuncia penal realizada por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que, durante una inspección en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, se entrevistó con una de las víctimas de abuso sexual.
De acuerdo a los testimonios que se encuentran en la investigación, el jefe de Sanidad Juan Carlos Salas se aprovechó de la situación de indefensión de las víctimas y de su cuadro de adicción para facilitarles psicofármacos o dinero a cambio de favores sexuales.
Las personas detenidas que fueron víctimas de acoso y abuso sexual coincidieron en señalar que estos hechos ocurrían generalmente en el área de sanidad cuando requerían asistencia médica por un episodio de crisis en su cuadro de salud mental.
Una de las víctimas de 23 años señaló que, en algunas oportunidades y por fuera de cualquier prescripción, el jefe de Sanidad le entregaba entre 2 y hasta 5 cajas de psicofármacos, que sufría acoso de manera frecuente y que incluso recibía mensajes con pedidos de tenor sexual.
En ese sentido, en la presentación de la denuncia penal, la CPM señaló que existía un “accionar rutinario y sistemático consistente en provocar un hostigamiento, abuso sexual y suministro de forma ilegal medicación a personas en tratamiento y privadas de la libertad”.
En el proceso de tratamiento de adicción, el suministro ilegal y discrecional de medicación y fármacos por parte del Jefe de Sanidad tuvo la voluntad de causar un dolor y sufrimiento grave, físico y mental con el fin de obtener un aprovechamiento, intimidando y poniendo en riesgo la salud integral de las personas.
Si bien el pedido de detención e imputación del funcionario Juan Carlos Salas es por dos casos, los testimonios presentes en la causa permitirían corroborar que se trataba de una situación generalizada. Asimismo, por la cantidad de personas que declararon y por la gravedad de los hechos que se denuncian, es poco probable que los funcionarios del complejo penitenciario no tuvieran conocimiento de lo que ocurría; mucho menos, porque para asistir al sector de sanidad se debe ordenar un equipo para el traslado de las personas detenidas.
Por otra parte debe investigarse aún si Salas suministraba psicofármacos a las personas detenidas sólo a cambio de obtener una relación sexual o para que fueran comercializados dentro de los pabellones.