Según un relevamiento realizado por el portal especializado "TodoLecheria, las pequeñas y grandes empresas", los quesos en fábrica incrementaron sus precios en alrededor de un 30% durante el último mes del año. Claro que, ante la caída de las ventas, los fabricantes creen que podría haber una fuerte retracción del consumo de estos productos.
Cuáles son los precios de los quesos en fábrica
Con un ojo mirando lo que pasó en el mercado de la carne, pymes y grandes empresas trabajaron fuerte en diciembre con las nuevas listas que conllevaron un aumento del 30% en el transcurso de diciembre, indicó el portal. Así, en puerta de fábrica, por kilo, el cremoso oscila entre $2.200 y $2.500, la barra Tybo se ubica entre $3.000 y $3.300, en tanto que el sardo fresco ya perforó -en algunos casos- los $4.000.
En este contexto, la categoría de mayor aumento fue la de los quesos de alta humedad, con el cremoso como nave insignia, que aumentó un 30%, al tiempo que la barra se incrementó un 28% y el sardo aumentó un 27%.
Las pymes se esforzaron en sostener las nuevas listas, en virtud de que las grandes empresas ya habían anticipado a inicios de mes que el "nuevo” precio de la leche es de $200 por litro. En la industria lechera se sabe que cuando las marcadoras de precios de Argentina definen los valores "es imprescindible que nosotros le sigamos el tren”, según destacó un industrial pyme de Villa María a "TodoLechería".
El mercado doméstico, muy debilitado en su poder de compra, sigue eligiendo al queso blando como opción en cualquier tipo de comida y habrá que ver la reacción ante valores en despensas y supermercados que ya se establecieron en el rango de $3.500 a $4.500 para marcas de todo tipo.
En un país ganadero y lechero como el nuestro, los consumidores se preguntan cada vez que van a supermercado o al almacén, sin obtener respuestas, por qué el precio de los quesos está tan caro.
En tiempos de auge de las teorías económicas que dan primacía al mercado, tal vez sería bueno analizar si en el caso de los productos lácteos se cumple en Argentina la regla de la libre concurrencia o si por el contrario hay una concentración de tipo monopólica que distorsiona los precios.
