La medida de fuerza comenzó el pasado lunes y seguirá desarrollándose diariamente entre las 22 y las 6 por tiempo indeterminado.
La protesta es protagonizada por el Sindicato de Peones de Taxis de Mar del Plata (Simpetax), que a través de un comunicado informó que se llevó a cabo una reunión entre delegados y su secretario general, Miguel Rodríguez, donde se decidió seguir con el paro nocturno debido a que “al gobierno municipal no le interesa ponerse al frente de la problemática”.
Cabe recordar que este grupo de taxistas no sólo rechaza el costo de la instalación del GPS, sino que también se niega a acatar la disposición del municipio de que haya turnos obligatorios y rotativos para garantizar el servicio las 24 horas.
En este marco, el secretario de gobierno de la comuna, Santiago Bonifatti, manifestó que será obligatorio, para la inspección anual de taxis, tener el GPS instalado, a lo que Rodríguez este lunes respondió: “Estamos seguros de que no tienen las herramientas legales para hacerlo, sino el 1° de enero lo hubieran hecho”.
Previamente, el secretario general de Simpetax había explicado que el eje de la oposición al GPS es económico: si el municipio se hace cargo del costo, no habría resistencia, dicen. “Estamos en contra porque lo presentan como un tema de seguridad y como elemento de seguridad no sirve: hace agua por todos lados”, consideró Rodríguez.
Sin embargo, aseguró que “si lo quieren para controlar”, les parece “bien”, siempre y cuando “lo pague el municipio”. “Con la ‘malaria’ que estamos viviendo, agregar otro gasto se hace dificultoso”, sostuvo.
La agrupación que lleva a cabo el paro nocturno impulsó semanas una “consulta popular” en la que opinaron más de mil taxistas sobre la obligatoriedad del uso del GPS en los vehículos. La boleta del “No al GPS y al turno obligatorio” se impuso por “1.148 votos” a “12” en la elección.
No obstante, la resolución Nº 2301/21 de la secretaría de Gobierno de la municipalidad impone a los taxistas a prestar servicio rotativo obligatorio de ocho horas y adquirir un botón antipánico que deberá colocarse de manera permanente y obligatoria en los vehículos.
Si bien la “consulta popular” no tuvo carácter vinculante, el sector opositor al GPS consideró que el resultado les servía como elemento a la hora de negociar.
