“Lucha”, una incansable luchadora de la vida, de la mano de su esposo “Cacho” y con la ayuda de hijas y nietas, comenzó a principios de la década del noventa a elaborar sus deliciosos pasteles artesanales.
En todos estos años llevó adelante el emprendimiento con esfuerzo, dedicación y, por sobre todas las cosas pasión, valores que transmitió a quienes continuarán con la elaboración de los pasteles, que son marca registrada en la comunidad, respetando la receta sagrada de “Lucha” con respeto y amor.