Por fortuna el agente agredido en el control vehicular se encuentra fuera de peligro.
Como producto de la agresión el efectivo de 37 años sufrió pérdida de conocimiento, fractura de tabique nasal y la pérdida de visión del ojo derecho.
El detenido fue alojado en la cárcel de Batán imputado del delito de lesiones graves, atentado y resistencia a la autoridad. El sujeto es oriundo de Tigre y tiene antecedentes de violencia de género contra su esposa.
Cabe aclarar que el agresor al momento de intentar huir del dispositivo de control vehicular, hizo una maniobra peligrosa tirando de la moto a su pequeña hija de 2 años, la que no alcanzó a impactar en el suelo porque fue sostenida por el policía que no podía defenderse de los golpes porque estaba agarrando a la pequeña para que no se golpee.