El profesional mencionó que con temperaturas que oscilan entre los 24 y los 36 grados los cuerpos de las personas no alcanzan a enfriarse y por ende es que permanecen durante largos períodos de tiempo con transpiración.
En ese marco, dijo que hay que tener mucho cuidado con los bebés y los ancianos que son los grupos más vulnerables a las olas de calor.
Medidas
Las medidas que recomendó son muy sencillas: mucho líquido durante el día, primordialmente tomando agua a medida que el cuerpo lo va solicitando, ingerir muchas frutas de estación y también beber licuados.
Indicó que se deben mantener los ambientes frescos y con la posibilidad de que se puedan aerear y evitar la exposición al sol, sobre todo, en los horarios picos de mayor temperatura.
En ese marco, solicitó que los papas controlen la transpiración de los bebés, haciendo hincapié en el sector de los pliegues del cuello. Es decir, que si se pone colorada la zona del cuello es que el bebé está transpirando demasiado y hay que colocarlo en un ambiente más fresco y darle agua. También mencionó que los bebés pueden levantar fiebre por la ola de calor.
En todos los casos indicó que ante un cuadro que se puede empeorar se debe concurrir a la guardia de emergencias del centro asistencial en caso de que se necesite algún tipo de tratamiento por deshidratación.
En tanto, apuntó que lo que hay que evitar son las bebidas hipercalóricas como pueden ser las gaseosas y las que tienen alcohol.
