Vaticinan una temporada estival muy floja para la hotelería en Miramar

La pesadilla sanitaria iniciada en marzo sigue otorgando a la vez un castigo inevitable contra distintos sectores de la economía.

Unos de los que más sufren actualmente son los hoteleros quienes esperan la luz al final del túnel ya que la crítica situación no da respiro y tampoco se avizora un panorama alentador de cara a la temporada estival.

De momento las reservas son escasas, pese a que finalmente se oficializó el nuevo certificado de circulación para aquellos que decidan movilizarse en vacaciones. El miedo a elegir este tipo de alojamientos para evitar las concentraciones de gente sigue siendo un freno para los comerciantes del rubro ya comenzado el mes de diciembre.

“El panorama es malo, hay temor y eso es una realidad. Además, existen diferentes criterios en las provincias y también hace que los pasajeros no estén convencidos, sumando que lo más probable es que deban volver a sus hogares si se contagian aquí”, reflejó ante LA CAPITAL, Fernando Ruano, vocero de la Asociación Hotelera Gastronómica.

Las idas y vueltas políticas con medidas que fueron siendo suplantadas por otras generaron cansancio y un efecto directo que atentó contra la concreción de operaciones. “Es improbable vender en esta situación, creo que seguimos estando como al principio de la pandemia cuando el ministro de Salud (Daniel Gollan), dijo que en ese contexto era imposible pensar en la temporada. La postura del gobierno sigue siendo evitar la circulación masiva de gente, sino no se entiende tanta indefinición y medidas a último momento”, agregó.

Otra de las cuestiones que potencian la preocupación son los retenes y la voluntad de los diversos municipios de que los turistas puedan llegar a destino o no. “Más allá de la documentación que se debe presentar, quedas a merced de los controles en las diversas rutas, nadie asegura nada. A quién se le reclama, tenemos un protocolo sanitario que no sabemos si se podrá implementar. Hablamos con colegas de otras ciudades y su pensamiento es el mismo”, puntualizó Ruano.

“Paralelamente nos encontramos con cambios permanentes en el funcionamiento interno de los hoteles, como el caso de los ventiladores. No nos permiten los desayunos, pero sí por ejemplo, habilitan un bar que muchas veces es más chico. Por otro lado, sí permiten las cenas, entonces te preguntas si los contagios son sólo de mañana y a la noche no”, reflejó con asombro el hotelero.

Hoteles cerrados

Debido esta realidad habría unos 10 hoteles que directamente no abrirán sus puertas en Miramar y de momento los que están en servicio sólo cuentan con el 50% de personal ante la falta de trabajo.

“Va a quedar mucha gente sin empleo con respecto a la temporada pasada. Después de estar 9 meses cerrados no podemos arriesgarnos a tomar personal, estamos a días de la temporada y la situación es preocupante, hay muchas consultas, pero pocas reservas”, aclaró Ruano.

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