Las últimas investigaciones de UNICEF Argentina dan cuenta que en el contexto del ASPO hubo efectos sobre la salud física y mental de los chicos. Ello fue tras la interrupción de clases presenciales, la falta de actividades recreativas con amigos y convivencia en entornos que no siempre son seguros, entre otros.
“En nuestro pasaje por los barrios comenzamos a contemplar junto a la Subsecretaría de Deporte y Recreación que para las familias es muy difícil sostener este proceso de aislamiento. Veíamos que los chicos estaban mucho en las plazas y empezamos a tejer algunos puntos de vista; por eso desde el Club propusimos armar un protocolo que permita ordenar lo que ya está”, explicó Fara Amado Cunqueiro, coordinadora de la actividad.
En pausa, por el momento
Señaló que esto se comenzó a diagramar hace quince días, antes de que se confirmara el primer caso de Covid-19 en la ciudad. “El protocolo se presentó y se aprobó pero a criterio nuestro decidimos dejarlo sin aplicación por el momento. Estaba pensado para hacer una prueba las dos últimas semanas de junio, pero vamos a esperar las pruebas piloto de otros rubros y de no mediar inconvenientes nosotros lo haríamos en las primeras semanas del mes entrante”.
Trabajo virtual
En tanto, la integrante del programa, Maite Azcárate, recordó que se sigue trabajando con los niños y sus familias para brindarles la contención necesaria y colaboración en todo aspecto.
“Trabajamos en el terreno tomando las medidas de precaución visitando en sus hogares y con videollamadas para acercarles diferentes entretenimientos. La idea original del programa fue mutando porque las acciones que se iniciaron en enero y febrero se vieron pausadas por la pandemia”, argumentó Azcárate.
En tanto, consideró que “fue a través de las redes sociales que encontramos una forma de llegar a todos los nenes y nenas del programa. Hemos brindado diferentes ideas para afrontar el aislamiento, tanto a los protagonistas como sus familias”.
