Si bien en estos años muchas veces nos ha tocado defender intereses contrapuestos, siempre se hizo en el marco de la tolerancia y respeto, esta situación permitió forjar una gran relación en la cual muchas veces también nos tocó luchar por temas ligados a nuestro sector, todo esto significó un aprendizaje que jamás voy a olvidar.
José fue un gran luchador, de esos que te pueden llamar a cualquier hora para defender e interiorizarse por la situación de cualquier trabajador, siempre marcando su eterna lucha por los derechos del trabajador y su organización sindical, poniendo temas en agenda tales como que “la energía es un bien social y un derecho humano” mostrando su compromiso para con todo el pueblo argentino; como leí por algún lado “UN IMPRESINDIBLE”.
Me genera mucho dolor está pérdida irreparable, estoy convencido que marco un camino de coherencia y solidaridad sobre quienes hoy tiene que desandar sus pasos y si bien su figura será irremplazable su ejemplo vivirá en cada trabajador y cada dirigente que ha tenido el privilegio de conocerlo.
Desde ya deseo acompañar a su familia y a todos sus compañeros de lucha en este difícil momento y abrazarlos desde lo más profundo de mi corazón.