Informe sobre Laguna Brava

La Dirección de Gestión Ambiental informa que en los últimos años se ha registrado en Argentina una serie de floraciones de cianobacterias toxígenas en distintos sistemas fluviales, tales como los ríos Uruguay, Paraná y Limay, y los embalses de Salto Grande, Río Tercero, Yaciretá, Dique San Roque y Dique Los Molinos (Aguilera et al., 2017).
En la laguna “Brava”, estas floraciones también se han manifestado siendo el último registro con mortandad de peces en enero de 2018, hecho que preocupó a los pescadores, vecinos y municipio, motivando el inicio de un seguimiento con estudios más precisos en varios aspectos.

Estos eventos se han registrado desde el 2001 hasta la actualidad, en algunos casos con mortalidad masiva de peces, principalmente en verano, asociados a floraciones de cianobacterias (Díaz y Colasurdo, 2008; Menone, 2009).
En la actualidad, estos estudios se continúan realizando entre las siguientes instituciones: Laboratorio de Ecotoxicología del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMYC) CONICET, UNMDP; Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología (INBIOTEC-CONICET), UNLP, Fundación para Investigaciones Biológicas Aplicadas (FIBA); Laboratorio Fares Taie Instituto de Análisis, Gestión Ambiental de la Municipalidad de Balcarce y Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Mar del Plata.
Si bien no se cuenta aún con un sistema de información de su impacto en la salud de las poblaciones expuestas, se sabe que toda floración de cianobacterias debe ser considerada en principio como potencialmente tóxica y, por lo tanto, como un problema de salud pública que requiere acciones para minimizar su efecto negativo en las comunidades en riesgo.
Las cianobacterias han proliferado en los ambientes acuáticos en coincidencia con el alto grado de eutrofización antropogénica y el cambiante ambiente acuático, modificado por el cambio climático global. Tanto las cianobacterias como las cianotoxinas pueden generar efectos adversos en la salud del hombre y los animales.
Este grave problema sanitario presenta sintomatologías similares a otras afecciones, por lo que es posible que no sea correctamente diagnosticado (Aguilera et al., 2017).
Teniendo en cuenta los antecedentes descriptos, y la presencia actual de cianobacterias en la laguna, se recomienda a la población, turistas y aficionados a la pesca no entrar en contacto con ellas.
También sería aconsejable no consumir peces (en especial aquellos que se alimentan de plancton e incorporan a las cianobacterias, como el pejerrey).
En este momento, se encuentra en la laguna una floración de cianobacterias con predominio de la especie Planktothrix agardhii, productora de cianotoxina. La concentración (cs/ml) supera los niveles guía para aguas recreacionales propuestos por la Organización Mundial de la Salud basados en indicadores de biomasa de cianobacterias (Chorus & Bartram 1999), considerándose el riesgo alto.
La laguna y su entorno son paisajes magníficos para disfrutar realizando deportes acuáticos, kayak, remo, vela, cabalgatas, caminatas, fogones, etc. Cuidemos nuestra salud y las de nuestros hijos, cuidemos el medio ambiente.
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