Se acercaron propuestas para paliar el déficit mensual. La institución que alberga a más de 60 chicos no cerrará sus puertas.
Hace algunos meses la comisión directiva de la Sociedad de Protección a la Infancia dio a conocer su estado de “alerta” ante la posibilidad de cerrar sus puertas luego de soportar un déficit mensual importante por más de dos años.
En ese momento se solicitó la colaboración de todos porque las becas provinciales que reciben los chicos que alberga el centro no alcanzan para cubrir los gastos de funcionamiento.
Asimismo, se denunció que las mismas se pagan bimestralmente aunque a veces la Provincia tiene retrasos de dos o tres bimestres.

Ayer, durante una conferencia de prensa, se dieron a conocer detalles de un plan de “salvataje” para que la institución que contiene a la niñez desprotegida (más de 60 chicos entre los “convivenciales” y los del centro de día) no cierre sus puertas.
La histórica comisión compuesta por mujeres hace más de veinte años tendrá otra paralela denominada “comisión de caballeros” que tendrá la misión de juntar fondos y de esa manera paliar los fluctuantes 20 mil a 40 mil pesos mensuales que faltan.
Se planteó una convocatoria a socios benefactores y la creación de dos actividades mensuales para juntar fondos. Así la institución tendría el respaldo necesario desde lo económico para que no corra riesgos y también que se pueda mantener la calidad de atención teniendo en cuenta que el año pasado se jubilaron tres empleados y no se pudieron sustituir.
La situación
En la noche del lunes se realizó la asamblea ordinaria donde se definió el futuro de la institución. La voz de alarma caló hondo en la sociedad y fueron muchos los que se acercaron. La respuesta de la comunidad solidaria estuvo presente una vez más para colaborar con una institución de servicios.
“Nos dieron aliento y respiro. Seguramente se podrá conseguir el flujo de dinero que necesitamos mensualmente. Hay mucha gente preocupada y ocupada”, comentó la titular de la entidad, Teresa Scorziello.
Acompañada por la vice Norma Dolesor y la directora Verónica Camino, Scorziello comentó que las becas sufrieron un incremento del 40% (de 900 a 1300 pesos) aunque se estima que harían falta unos 2000 pesos o más para cerrar las cuentas.
El empresario Pablo Catania, acompañado por José María Irazoqui, fue el vocero de los “caballeros”. Indicó que “nos afecta a todos porque es una institución que nos genera mucha sensibilidad. Vamos en contra de la corriente si cierra sus puertas porque hace años que vengo escuchando de la inclusión”.
Catania felicitó a las señoras de la comisión por su trabajo, llamó a sumarse a los hombres que quieran agregarse y a su vez dio a conocer que hay un grupo juvenil que está trabajando y es encabezado por Ignacio Zarategui.
“Estamos seguros que la vamos a sacar adelante. Lograremos que funcione en mejores condiciones y no como ahora que en lo único que se piensa es en la economía. Llegará el momento hasta que tengamos que mejorar el edificio”, argumentó.
Por su parte, Irazoqui apeló a la sensibilidad de todos para que la gran casona de calles 28 y 35 no cierre, para que no se vean sus persianas bajas, sus pastos altos o sus juegos oxidados.
Scorziello comentó que el gobierno municipal hace su aporte pagando los servicios del edificio, enviando personal de mantenimiento y pagando un alquiler mensual para que funcione una guardería en un sector de la sede.
Por último, agradeció a toda la comunidad por el apoyo y expresó que la comisión analizará la posibilidad de realizar eventos mensuales que brindarán un apoyo económico que se sumará al aporte de los socios.
