El trabajador dijo que luego de levantar pasajeros cerca del Registro Civil se dirigió con su vehículo por calle 17. Observó que el conductor del automóvil Siena verde que iba delante iba hablando por teléfono celular a muy baja velocidad, sin permitirle el paso.
Dijo que le hizo sonar su bocina, pero dicho conductor continuó transitando lentamente por el medio de la calle.
Señaló que luego, ese conductor bajó el vidrio y se mostró deliberadamente hablando por teléfono.
El remisero señaló que poco después logró adelantarse al citado vehículo, observando que quien manejaba iba de civil y era acompañado por una mujer, también de civil.
Expresó que poco antes de llegar por 17 a la calle 30, el conductor del Siena verde avanzó y le cruzó el automóvil. Dijo que éste bajó inmediatamente y se identificó como policía y le pidió "los papeles" del coche.
" No te los voy a dar porque no estas haciendo un operativo. Si querés verlos, llamá a un inspector de tránsito", manifestó el remisero haberle dicho.
Señaló que en seguida se presentó un inspector y que el policía le ordenó hacerle la multa por llevar cinco pasajeros.
El remisero dijo que en su coche conducía a una pareja y a sus tres hijos de corta edad, el menor de los cuales tenía sólo poco más de un mes de vida.
El trabajador expresó que él le pidió al inspector de tránsito que también le haga la multa al policía por conducir hablando por un teléfono móvil, a lo cual el municipal le contestó que no podía hacerlo porque se trataba del jefe de la Sub DDI.
" Me pusieron una multa y la pagaré, porque no tengo dinero para poner un abogado", dijo el remisero... y agregó: " Me tragué la multa".
Señaló además que el pasajero padre de familia se ofreciera delante del policía a actuar como testigo del indebido proceder del titular de la Sub DDI.
Ante ello, el policía le pidió al pasajero todos sus datos para intimidarlo, manifestó el remisero a Radio Gabal.
