El ajuste llevado a cabo por las autoridades nacionales afecta en forma directa a un centenar y medio de familias, y en forma indirecta a la comunidad balcarceña en general, puesto que una significativa cantidad de pesos provenientes de las remuneraciones de dichos empleados dejará de ser volcada al mercado de consumo local.
El porvenir de los trabajadores despedidos actualmente en la Argentina es sombrío, puesto que debido a la política económica desarrollada por el gobierno se prevé un incremento de la desocupación y de la pobreza, y una notable caída del salario real.
El Fondo Monetario Internacional ha exigido al gobierno nacional reducir la inversión y el gasto público, entre otra cosas, a cambio de la concesión del gigantesco préstamo a él solicitado. El abandono de la citada obra contribuirá -en muy mínima parte- a satisfacer esas exigencias.
Desde 2014, la empresa Integración Eléctrica Sur Argentina S.A. venía realizando la obra de interconexión eléctrica entre Bahía Blanca y el área de Mar del Plata. Entre otras instalaciones, incluía una estación transformadora en Vivoratá y una ampliación de la estación transformadora de Bahía Blanca, sobre ruta 51, beneficiando con ello a todas las poblaciones del corredor turístico de la zona. La traza debía atravesar las áreas rurales cercanas a las localidades de Balcarce, Lobería, San Cayetano, Tres Arroyos, Indio Rico, Coronel Dorrego y Bahía Blanca.
La obra tenía un avance aproximado del 70 %. Al menos por un tiempo, el pueblo del sudeste bonaerense se verá privado de sus beneficios.
