“Las actividades de este tipo son importantes, ya que al realizarse puertas afuera permiten trasladar la experiencia de Museo al salón de clase, fortaleciendo la interacción Museo- Escuela. Los museos, al igual que las instituciones educativas tienen un gran potencial para entregar a la sociedad, lo ideal es que se vinculen y trabajen juntas en la consecución de objetivos de aprendizajes desarrollando así habilidades y capacidades comunicativas, reflexivas y científicas”, consideraron las integrantes del Museo.
Tanto van Bliet como Contrera, reconocieron que “esto contribuye a la educación de los alumnos trabajando en forma conjunta con los docentes, funcionando como complemento de la educación formal. La complementariedad de las acciones enriquecen tanto a la comunidad educativa, como a la propia institución museística, dado que la difusión, la investigación y la conservación constituyen los pilares fundamentales de los Museos”.
En esta oportunidad, los niños fueron protagonistas de una experiencia pedagógica diferente en la que se mostraron participativos e interesados en la Historia, en la conservación del patrimonio local y serán los multiplicadores de la experiencia compartida.
