Vale destacar que se trata de otra de las acciones que desarrolla la dependencia en el marco del “Día de la diabetes”.
El taller de conciencia corporal pretende ser un espacio de escucha para el cuerpo. Escuchamos poco nuestro cuerpo, vivimos demasiado deprisa. Los ritmos de vida, las demandas personales y laborales, muchas veces, nos llevan a desarrollar malas posturas, sobrecargar ciertas zonas del cuerpo, tensarnos, y a medio o largo plazo, provocar contracturas, dificultades para respirar u otras dolencias.
A través de la escucha y la observación a mi cuerpo, sin juicio, pero sí con atención y cariño, lograré conocerle mejor, para así poder mejorar mi postura, respiración, apoyos, etc.
Durante el taller y desde la práctica, se trabajan los apoyos, la pisada, los centros corporales (bajo, lumbo-sacro, vegetativo, cardíaco, laríngeo, visión y coronario), la conciencia de nuestra postura, la respiración y la musculatura, para conseguir un mayor equilibrio corporal y prevenir dolencias.