Recordó que la nueva ley brasileña permite al sector patronal negociar salarios directamente con sus empleados, mas allá de la representación sindical, destruyendo la organización de los trabajadores. Dijo que también en el vecino país se han flexibilizado las condiciones de despido y se ha habilitado una jornada laboral de hasta 12 horas diarias, retornando a prácticas de fines del siglo XIX.
El dirigente gremial destacó también que la reforma brasileña, que inspira a gobernantes y grandes empresarios argentinos, permite la reducción del tiempo de almuerzo de los obreros a 30 minutos, hace voluntaria a la contribución sindical, y admite el trabajo intermitente y la división de las vacaciones en tres partes.
Martínez Bauer manifestó su desacuerdo con varias acciones del gobierno anterior, pero señaló que las políticas implementadas por el gobierno actual que fomentan la importación de productos, el endeudamiento externo, la desindustrialización y la flexibilización laboral, atentan contra el mercado interno, y ponen en riesgo las fuentes de trabajo formales e informales de los argentinos.
"El futuro de los trabajadores es muy preocupante", afirmó.
