Esta simple opinión, busca despertar la conciencia de lo que allí está ocurriendo en este mismo instante y sobre lo cual múltiples actores que se han encumbrado durante años enarbolando las banderas de los Derechos Humanos, hoy guardan silencio.
Consideramos que es imperiosa la necesidad de expresar nuestro repudio a las acciones violentas que viene llevando adelante el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro en desmedro de los Derechos Humanos de sus ciudadanos.
Desde hace tiempo, la situación de Venezuela no es la esperada para un país que vio pasar en sus últimos años la riqueza más grande de la cual ha tenido memoria el pueblo venezolano.
No obstante de ello, a las penurias y la miseria económica que el pueblo venezolano atraviesa y con ellas la hambruna generalizada, se le suma el accionar violento del Gobierno de Maduro contra sus propios ciudadanos.
La división de poderes ha sido suprimida y las libertades públicas eliminadas. La violación de Derechos Humanos que padecen los ciudadanos venezolanos es, a esta altura, inaceptable.
En el año 2016, sin contar las innumerables muertes que se vienen produciendo este año, hubo 30.000 muertes violentas en Venezuela. La pobreza se ha incrementado en estos últimos años a un 82%.
La situación allí es cada vez peor. El Poder Ejecutivo y el Poder Judicial se han transformado en uno, el Poder Legislativo se encuentra impedido de actuar y parte de los referentes políticos opositores se encuentran encarcelados siendo hoy, presos políticos.
El pueblo padece el hambre, la falta de medicamentos, las muertes violentas que crecen a tasas exponenciales y conviven con la existencia de presos políticos. El panorama de Venezuela resulta sombrío.
La represión de parte del Estado impulsada por el Presidente Maduro a través de grupos paramilitares integrados por el mismo pueblo venezolano, resulta inadmisible.
La grave crisis que hoy atraviesan nuestros hermanos venezolanos, no es más que el producto de la obra llevada adelante por el Populismo que ha imperado en los últimos años tanto allí como en varios países de la región, cuyos líderes asumen siempre el poder en beneficio propio y en desmedro de los intereses de los ciudadanos.
Es indispensable que todos los líderes, actores sociales y políticos de nuestro país, adopten una posición de repudio para con lo que está sucediendo en la República Bolivariana de Venezuela.
Las violaciones de derechos humanos perpetradas por quienes hoy conducen el Estado en Venezuela, no pueden ser silenciadas por nuestro país, pues el intento de silenciarlas produce un ruido ensordecedor.
Esperamos con ansias que pronto el pueblo venezolano recupere el imperio del Estado de Derecho y pueda vivir en una verdadera y total democracia.
Nuestra solidaridad, fe y esperanza para nuestros hermanos venezolanos, que en la época más oscura que nuestro país afrontó durante la Dictadura Militar han tenido siempre para con la Argentina posturas claras al respecto.
PRO Balcarce.-
