Luego de transcurrir varias horas en el velatorio de su esposa, el Sr. Celso Piriz regresó a su hogar a tomar un breve descanso, mientras su hijo permanecía en la casa mortuaria.
En tanto esto ocurría, y tal vez conociendo el suceso, malvivientes intentaron abrir una de las ventanas laterales de su finca. No lo lograron. Ante ello se dirigieron a un inmueble cercano donde habita su referido hijo, Javier Piris. Allí, luego de violentar una puerta, lograron acceder a esa casa causando un importante desorden.
Los ladrones se apoderan de distintos objetos de valor, entre los que se encontraban dos pistolas debidamente registradas con sus correspondientes cargadores, una cámara fotográfica y algunas mochilas.
Con lágrimas en sus ojos el Sr. Selso Piriz expresó: "Ya nos estamos acostumbrando. Hoy me tocó a mí, mañana te toca a vos... ; doy gracias a Dios que los delincuentes no pudieron ingresar a mi casa, porque probablemente me hubiesen lastimado o matado".
Es difícil calificar este hecho. Sus autores no sólo delinquieron, sino que también se aprovecharon del muy doloroso momento familiar para consumar el robo, evidenciando una actitud realmente despreciable.
Piriz realizo la denuncia en sede policial.
Cabe esperar que rápidamente las autoridades den con los autores del hecho a fin de evitar su impunidad y lograr su rendición de cuentas ante la Justicia.
